En una era donde la música comercial a menudo se viste de rebeldía vacía, hay bandas que se atreven a ir más allá del ruido para lanzar un mensaje real. RedOx, la banda navarra formada en 2019, regresa con fuerza y discurso con su nuevo disco Selección Natural, un trabajo que no solo reafirma su identidad musical sino que se presenta como un manifiesto sonoro contra la complacencia social.
La banda, integrada por Berni (batería), Javi (voz y bajo), Noam (guitarra) y Luis Orte (guitarra), viene construyendo su camino desde las trincheras del punk rock, mezclando influencias del punk americano clásico con una sensibilidad crítica muy actual. Y Selección Natural es, sin duda, su propuesta más sólida y directa hasta la fecha.
El título Selección Natural no es una pose intelectual. Hace alusión a la evolución —o involución— social que vivimos, donde ya no sobrevive el más fuerte, sino aquel que toma decisiones conscientes. El mensaje cala: estamos en un momento en el que callarse es una forma de sumisión, y RedOx elige gritar.
Lejos de limitarse al panfleto, el disco despliega una narrativa cuidada y combativa. Habla de la corrupción que se normaliza, de la manipulación mediática, del conformismo que anestesia, y de la necesidad urgente de despertar, de hacer ruido con sentido. Cada tema tiene algo que decir, y lo dice a base de guitarras crudas, bases compactas y una voz que no se esconde tras filtros.
La portada del disco, diseñada por el artista Javier Huici, redondea el concepto general del álbum: una sociedad atrapada entre lo malo y lo peor. Visualmente, es una imagen que incomoda, que obliga a mirar y reflexionar. Un acierto absoluto para acompañar un álbum que no deja espacio para la indiferencia.
Selección Natural supone también un salto cualitativo para la banda. No solo por la madurez del sonido, sino por la claridad con la que se posicionan. En un mundo donde muchos grupos juegan a no mojarse para mantener contento al algoritmo, RedOx se posiciona sin miedo. Y lo hace con canciones pegajosas, pero con mensaje. Con melodías coreables, pero con filo. Con rabia, pero también con inteligencia.
Más que una banda, RedOx es una declaración de intenciones. Un recordatorio de que el punk no murió, simplemente dejó de sonar en las radios. Que sigue vivo en los locales, en los bares, en los escenarios pequeños donde todavía se cree en el poder de una canción para agitar conciencias.
Selección Natural no es un disco fácil. No pretende serlo. Es incómodo, directo, sin adornos innecesarios. Pero es necesario. Y en estos tiempos, eso es mucho decir.
Si alguna vez sentiste que la música debía tener algo más que ritmo, este disco es para ti. Puede que no cambie el mundo. Pero seguro que te hará pensar. Y eso, en este momento, ya es revolucionario.
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